¿Te cuesta decir “no” sin sentirte culpable? ¿Sueles tragarte comentarios incómodos solo para evitar conflictos? Entonces este libro es para ti. Cómo mandar a la mierda de forma educada, escrito por Alba Cardalda, es una lectura ligera, divertida y muy útil que nos recuerda algo muy importante: poner límites también es un acto de amor propio.
Con un estilo directo, honesto y lleno de humor, la autora nos habla de esas situaciones cotidianas en las que deberíamos decir basta… pero no lo hacemos. Desde el típico “hazme un favorcito” hasta la crítica disfrazada de “te lo digo por tu bien”, Alba nos enseña a detectar esas actitudes tóxicas que muchas veces normalizamos. Pero lo mejor de todo es que nos propone respuestas claras, firmes y —sí— educadas, para salir de esos momentos sin necesidad de explotar ni de aguantarse.
No se trata de volverse una persona borde o antipática, sino de aprender a cuidarse, a hablar con asertividad y a respetar nuestros propios espacios. Todo esto acompañado de ejemplos reales, toques de ironía y muchas frases que te harán decir: “¡Esto me ha pasado a mí!”
Este libro se lee rápido y deja huella. Es perfecto para quienes están en proceso de fortalecer su autoestima, mejorar su comunicación o simplemente quieren aprender a decir “no” sin miedo ni culpa. En resumen, una lectura empoderadora que te hará reír, reflexionar y, sobre todo, soltar cargas.
TEMAS QUE ME LLAMARON LA ATENCIÓN:
- Amé el ejemplo que ella nos da en el libro acerca que lo importante que son los límites en las relaciones, cualquier tipo de relaciones que tengamos y es que así como en las ciudades se necesitan los semáforos y las señales de tránsito para que el trafico no sea un caos y no hayan accidentes, así mismo, funciona tener los limites claros en nuestras relaciones para evitar accidentes, y este ejemplo me deja perpleja porque si se uno piensa en este ejemplo, jamás vamos a pensar que el no quererme accidentar es egoísmo, todo lo contrario, también te estoy evitando un dolor a ti, un dolor a mi, un dolor a ambos.
- Amo la parte en que ella menciona el tema de la reciprocidad, es decir, así como yo debería tener claros mi limites, saberlos expresar y hacerlos respetar, así mismo debo respetar los de los demás, este es un ejercicio de tome y dame, y dejarlos de ver como una barrera en las relaciones sino como todo lo contrario, una herramienta valiosa para no hacernos daños a nosotros mismos ni a los demás, sin necesidad y digo sin “necesidad” porque hay muchos accidentes que se pueden evitar. Ahora, ella también pone sobre la mesa casos extremos puntuales que no son sanos y que también debemos saberlos identificar porque se pueden camuflar con “poner limites” y ya rayan en lo tóxico.
- Un ejemplo que me dejó perpleja es el de la puerta de nuestra casa, es decir, por qué nadie se sorprende que todos tengamos una puerta en nuestra casa con una llave, con la que yo decido a quien dejo entrar y a quien no, y porqué sí nos sorprendemos en poner un limite con el que decidamos a quien dejo entrar a nuestra vida y a quien no. Es más, extiende este ejemplo hasta el punto de tener puertas en las habitaciones, en el bañooooo, y esto lo que refleja es que hay niveles de privacidad.
- Amo la parte en la que ella explica que los limites lejos de ser una barrera, como nos lo han hecho ver, es un ACTO DE AMOR hacia los demás. Y es que sí, debemos partir de hecho de que cada persona es diferente y su forma de ver la vida está permeada por sus creencias, por sus experiencias, su crianza, y es por eso, que es tan importante poderle expresar a la otra persona lo que me gustaría, lo que no, lo que permito, y lo que no y que si no estamos de acuerdo, tampoco está mal.
- Otro punto que amo es que la sociedad nos ha vendido que en las relaciones solo hay caminos, en la que yo me acomodo a tus limites, o tu te acomodas a los míos, porque alguno de los dos estamos mal, pero nadie nos habla que existe un tercer camino y es el que yo te expongo mis limites y tu me exponen los tuyos y si no estamos de acuerdo, simplemente podríamos concluir que no somos compatibles y eso también es válido.
- Otro punto me parece super importante es que para poner limites también hay que saberlos expresar, y esto me recodó la siguiente frase:
“Libertad de expresión sin empatía, es crueldad”
- Expuso una de las investigaciones más longevas que está llevando la Universidad de Harvard en materia de felicidad, que por cierto es unas de las investigaciones más famosas de la historia y no es la primera vez que la escucho mencionar, de hecho la escuchado en diferentes ámbitos lo cuál la hace aun más interesante. Este tema tiene mucho de largo como de ancho, pero una de las conclusiones es que las clave de la felicidad está en la calidad de nuestras relaciones que llevemos a los largo de nuestra vida, que todos los demás ámbitos pasan a un segundo plano, tales como el estrato, el dinero, los cargos profesionales, el salario, mejor dicho, esto es simplemente asombroso.